martes, febrero 14, 2006

poema del 14 de febrero

Los hombrecillos del cerebro guardan silencio,
uno de ellos se siente agredido.
No es lo malo lo doloroso del evento,
pero su amistad se ha acabado.
Y es que los susurros del que siente el que mueve no los escucha.

A el que siente le irrita no ser escuchado,
pero el que mueve sólo hace lo que puede.
Como no escucha el cielo sin nubes al campo donde no llueve.
El hombrecito silencioso está más que dormido,
muere de hambre, es un niño que no ha comido.
El que siente y antes callaba ahora le grita.
Pues eran hermanos y sus ideas el que mueve siempre atendía
era así que al mundo movían.
Ahora sólo hace oídos sordos, músculos rígidos y pupilas dilatadas.

El silencio que hasta la muerte lo atraparía
para el que mueve comenzaría.
Con su hermano en lo consiguiente no habrá palabra intercambiada.
Y así es como el que mueve comienza a disolverse,
en un entierro en la cabeza de alguien que ya no puede moverse.

1 comentario:

medz01 dijo...

A ti te gusta celebrar san Valentín, vdd?