jueves, abril 28, 2005

lo sabía

Y camino por un almacén, cielo abierto, cielo nublado, aire frío, ambiente gris; enormes contenedores rectangulares que forman un laberinto de formas y alturas. El lugar da un feeling de olvido, los contenedores de metal con sus parches de óxido, el suelo de cemento resquebrajado, y la sensación de que hay alguien a la vuelta del próximo contenedor, pero claro, no hay nadie. En realidad no llevo mucho caminando cuando veo al primer simio, él me voltea a ver, me acusa con la mirada; era uno como yo quien lo había despojado del pellejo. Lo acompañan otros dos, se arrastran como él, dejando un sendero de humedad rojiza por el suelo. Doy la vuelta antes de acercarme demasiado a ellos, continúo mi camino, hay otro trío de ellos revolcándose en el suelo, igual: sufriendo y sangrando, su mirada no solo muestra sufrimiento, sino mas bien el reflejo de un profundo odio. Yo no los veo, pero sé que como ellos, hay mas simios despojados de su piel por todo el complejo.

Estoy frente a la computadora es de noche. Mi cuarto sólo esta iluminado por el brillo eléctrico del monitor. Sé que todos duermen.

Me toca el costado un niño, tiene miedo, yo lo sé. Me relata sus temores, los conozco, es el miedo de niño. “Vete a dormir, no hay a que tenerle miedo”. Sé que el niño se va a dormir. En ese momento, hay algo en la palma de mi mano derecha (no lo siento, lo sé): tres changuitos de metal, entre ellos iguales pero diferentes.



¿Me los vas a regalar?, me pregunta el niño. No. Hay un cuarto changuito, no lo sabía: éste en lugar de taparse los ojos, los oídos o la boca se está sosteniendo el miedo, fuerte, entre las dos manos. Ten éste.

lunes, abril 25, 2005

hay cosas que simplemente están mal. parte 1



Un disfraz de giardia lamblia, es ciertamente una de ellas.

*gracias a *Almie's* por la contribución. ¡arriba la reina!

jueves, abril 21, 2005

sensual

(Songbird ha iniciado sesión)

Songbird dice:
leies
Songbird dice:
ahorita estaba viendo un documental
Songbird dice:
que hablaba de 'peces sensuales'
Songbird dice:
jijiji
Songbird dice:
bueno, ya me voy, solo entre para contarle a alguien eso

(El estado actual de Songbird es No Conectado)

miércoles, abril 13, 2005

cartas de los lectores

marmotasadica escribe:

Tengo tiempo con la afición de usar palabras que no existen para que la gente me considere permosiconcible, y peor que risinverbiablemente termino siendo gumidercio hasta el extremo del queso parmesano.

Querida marmotasadica:

Tu problema no sólo es una pandemia de nuestros tiempos, existe desde la prehistoria y es probablemente la madre de los lenguajes hablados. Existen pruebas científicas de que muchos hominidos pretenciosos usaban ya palabras sin significado que los demás simulaban entender. Eventualmente inventaron todos los lenguajes. Continúa usando las palabras, a nadie en realidad le importa.

hotchilligirl escribe:

Llevo ya semanas con ataques: dolor de cabeza, fiebre y las tripas botando. Lo peor es que cada vez que me dan esos ataques siento la terrible urgencia de desnudarme y bailar al ritmo de canciones de Gloria Trevi. Estoy desesperada ¡¿qué puedo hacer?!

Querida hotchilli girl:

Claramente padeces del moderno mal de ínterconversión transdécada. Sus etapas se van desarrollando sin un orden específico y pueden incluir (aunque no exclusivamente): necesidad de desgarrar el área de las rodillas de tus pantalones, cantar canciones de Pablito Ruiz en secreto, usar calentadores y correr por los bulevares.

Debes de atacarlo agresivamente: introduce un huevo fecundado de gallina en tu boca y déjalo ahí dos semanas, tállate ramas de apio por el cuerpo dos veces al día, bebe tus propios orines, mastica raíz de valeriana por las noches (sin romper el huevo) y baila música cristiana cuando sientas la necesidad de bailar como Gloria Trevi.

bombita493 escribe:

Todo comenzó un día cuando me cortaba las uñas, luego pedazos de piel luego carne; con el tiempo seguí avanzando, de manera que ahora escribo esta carta sin usar ningún dedo.

Querido bombita493:

Tu problema no tiene solución. Lo bueno es que al pasar el tiempo, te quedarás sin manera de cortarte tu mismo. Además, quien necesita extremidades cuando se puede tener un tic autodestructivo.

domingo, abril 10, 2005

toujours

En la vida de Rolando las cosas transcurrían igual: el calor sofocante lo despertaba, el café estaba frío y la regadera solo con agua caliente. Toda su ropa sucia excepto unos pantalones ajustados color gris verdoso, las llaves del carro perdidas, la chapa de la puerta floja.

Sale de la casa: el carro tenía las llaves puestas pero no encendía: no tenía electricidad en la batería; luego no andaba, no tenía aceite en la transmisión; luego se detenía espontáneamente, no tenía gasolina.

Rolando toma el transporte publico: este le enloda la ropa al frenar, llega al trabajo siendo empujado del vehículo en movimiento a kilómetro y medio de su parada – que a su vez está a kilómetro y medio de su destino-. Llega al trabajo, las puertas estaban cerradas, y las llaves, se quedaron dentro del carro. Después de sufrir el viaje de dos veces al revés y al derecho, Rolando por fin puede abrir la puerta, sólo para encontrar imposible encender las luces, no había pagado el recibo de electricidad.

Rolando toma el teléfono: llama a la compañía eléctrica, una amable voz electrónica le va guiando en su petición de manera que se pueda agilizar el proceso. Tres horas después Rolando finalmente cuelga el teléfono, está feliz, en de 4 a 7 días podrá volver a utilizar electricidad.

3 de la tarde, no ha comido nada, decide comer comida china que dejó ayer en el refrigerador de la oficina, "al fin que no fue tanto tiempo", justo en ese momento del otro lado de la ciudad un restaurantero chino es sancionado con una multa cuantiosa por utilizar ingredientes caducos para manufactura de productos alimenticios. Rolando ha comido y está satisfecho, pero su estómago no se siente feliz, en un estremecimiento explosivo, vuelan fragmentos de arroz, cerdo, zanahorias y calabacitas todas en un caldo apestoso, sus tripas se lo están cobrando, menos mal que los pantalones ya estaban embarrados.

Comienza con dolor de cabeza, decide volver a casa. Rolando camina por la calle, se tropieza en una cuarteadura, se le abre la boca, continúa caminando, lo asaltan y se queda sin un centavo, camina 3 horas, hogar dulce hogar. Rolando se baña, solo para recordar que traía puesto su último cambio ex-limpio. Así que decide irse a dormir desnudo. No puede conciliar el sueño, dos horas después duerme, tres minutos después suena el teléfono - la compañía eléctrica –, la gentil voz electrónica le informa que aparentemente su petición no pudo ser procesada en este momento, por lo que fue relegada a una de las oficinas de análisis de decisiones, donde un conjunto de calificados asesores imaginarios analizarían su petición.

Rolando desconecta el teléfono, cierra las cortinas, se acuesta y se tapa hasta la cabeza.