martes, noviembre 09, 2004

end-of-the-world

Muerto de miedo, aquí atascado, no hay que preocuparse por nadie más que uno mismo. No es un fenómeno del clima o social, se esta vengando, está jugando matatenas y el mundo es la pelota.

Divertido ver como todos salen volando y luego se estrellan contra el suelo. Ah, un coctail el universo, venga, un torbellino de estrellas…

Llevo horas debajo del sofá, y ya estoy harto de ver los cuerpos estrellarse contra el techo y contra el suelo, y yo, atascado. Curioso como las cosas no se despegan del suelo, pero Victoria lleva ya buen rato de ser tres tercios, embarrándose por todas partes como siempre.

Ya es de noche, se ven unas estrellas embarradas, formando líneas azarosas como pong de 43409231 jugadores. La luna viene y va, empujada por las estrellas como el gordito en secundaria.

Me despierto, ya no hay estrellas, ya no hay luna, ya no hay Victoria.

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