lunes, septiembre 11, 2006

gimnasios

He sido gordito desde hace mas o menos 10 años, ajustando insolentemente mi forma a su grado de máxima redondez durante mis años de secundaria. No merece la pena hablar más al respecto, un no brainer.

uno: gimnasio rudo

4 años después de terminar la secundaria, decido volver a ser humano: durante el verano de mi primer año de universidad penetro el cerrado círculo de gente de provecho e intelectuales que frecuentan los gimnasios.

Entré a uno de esos gimnasios de donde el término pump iron toma su significado:
  • Muchachas con cuerpos firmes y contorneados que te miran con desprecio.
  • Tipos musculosos burlándose de los alfeñiques fláccidos que batallan para levantar la barra por sí sola, mientras ellos levantan pesas de tantas libras que al levantarlas se les pone la cara de psicópata, les brotan las venas y se les salen los ojos.
  • Gente con el culo sudado.
  • Entrenadores que claramente conocen la intrincada maquinaria del cuerpo humano, cito: “hay 3 clases de alimentos: minerales, grasas y carnes, si las combinas bien puedes ganar músculo rápido”. Creo que el entrenador murió hace unos meses.
  • Tipos chaparritos pero bien mamados que juran no usar esteroides.
Pasé dos meses siendo un regular del gimnasio, los últimos días apático y desganado hasta que finalmente dejé de ir.

Continuará...

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