martes, mayo 22, 2007

en cómo el espíritu santo me abandonó

Mi tío rené, el hermano mas viejo de la mi madre y mi padrino de confirmación fue también quien logró que se me saliera el espíritu santo.

5 años de edad, comenzaba a tener conciencia verdadera de mis actos empero con el suficiente nivel de inocencia, cinismo y esa deliciosa impunidad de niño malcriado.

Era verano, y en ese entonces yo pasaba unos días con mi tío René, su esposa y mi prima. Apretaba el calor, así que pasábamos casi todo el día encerrados en el cuarto de mis tíos viendo películas, telenovelas y jugando a hacerme daño: asustarme, hacerme enojar y quererme mucho a la usanza bronca de los norteños.

Dormíamos los 4 en el cuarto de mis tíos, que era el del aire acondicionado. Es usanza en la familia de mi madre poner el aparato de aire acondicionado a trabajar hasta enfriar el cuarto muchísimo a fin de dormir "cómodamente" y hablo de frío genuino, tanto que en alguna ocasión fue calificado de invierno nuclear.

Al ser yo un pequeño revoltoso siempre tendía a destaparme y a dormir como contorsionista, mis tíos me tapaban en cada oportunidad y así nos evitábamos tragedias propias de un infante dormido frío como témpano de hielo.

Mi prima esa noche se sirvió un vaso con agua para llevarlo consigo al cuarto., la pregunta obligada que hizo su regordete servidor: ¿por qué?, ella respondió: "para que no se me salga el espíritu santo, si te duermes con sed se te sale". Ojo, esta afirmación cayo en los oidos de un jovencito impresionable y para colmo un poco lento, consecuencia: En un ataque de pánico tomé agua hasta el punto eso de que somos tres cuartas partes de agua dejó de ser del todo cierto.

Esa noche mi tío puso el aire acondicionado tan frío como siempre, yo me moví y destapé como siempre y porsupuesto la casualidad puso de su parte... como siempre. Esa noche, el espíritu santo no escapó de mi cuerpo, pero sí toda el “agua bendita” que evitó la salida del primero.

Conclusión final: ni idea si el espíritu santo debió o no estar alojado en cualquier momento en mi persona (¿hay algún sacramento en el que te lo enjaulen?), pero desde esa ocasión me he dormido con sed tantas veces que ahora dudo que me digne con su compañía.

Mi tío René está muerto, con él ha sido con el pariente que he tenido mas fuerte cariño. A cada rato me lo encuentro diciéndome "pinche Leo" con su piel de indio roja como la ira, sus cejas severas y desafiantes, con sus brazos abiertos.

1 comentario:

Hasan dijo...

Hola Leo, escribe Hasan.... jajaja. Si tu compa;ero de medicina. Andaba vagando por internet y pues te lei.

Te saludo por aqui en vez de por tu correo, ya sabes mas directo, y ademas comento, porque asi sigo la funcion de dejar un mensaje...

Ahora veo la relacion de por que me hacia mucho pipi cuando era ni;o y mi falta de espiritu santo(alias alma) en el presente, que sabia es la naturaleza.

saludos... espero que todo vaya de la mejor manera posible en Hillo.