masacre felina

Hace unos días chateando me entero que la gata de mi amigo Tö (la güera) (la gata no el Tö) (él es mas bien rosita) muere a llantas de un conductor incauto.

Hace 2 días el gato "kitty" del teórico de la conspiración Antonio Ferrá, muere a manos de su vecina malvada quien presuntamente lo envenenó. El ofendido asegura cobrará venganza tan pronto como averigüe cual es la comida favorita de los pichones.

Ayer me entero de que la gata "dede" dueña de mi amiga Aileen (no hay error) pierde a sus dos crías después de una ardua labor de parto. Su novio gato-albañil, debe de estar destrozado.

Tanta muerte me tiene consternado siendo yo tambien dueño de un felino malencarado, ansioso y propenso a la obesidad mórbida; le insisto en que deje de ser una gata cliché, que garfield se quedó en el siglo pasado. Termino callándome, luego que condidero que tan cuerdo y cliché es hablarle a mi propia gata.

Un sentido pésame a todos mis amigos: Tö, la güera de seguro vuelve reencarnando alguna persona mística, Aileen, siempre habrá otra camada, y Antonio, piensa que kitty a lo mejor vuelve y esta vez como gatúbela (la de Michelle Pfeiffer).